INTRODUCCIÓN:
Se conoce como ciclo
hidrológico el proceso que se inicia con el aporte de las
precipitaciones desde la atmósfera a la tierra y a partir del cual el agua se
evapora, transcurre sobre la superficie o se infiltra en mantos subterráneos.
El agua existe en tres estados líquido, gaseoso y sólido.
Además, pasa de un estado a otro por medio de la congelación, la fusión, la
condensación y la evaporación. El agua no se produce sobre la superficie
terrestre ni en la atmósfera ni tampoco se pierde. En realidad, existe una
cantidad finita, que circula en lo que se conoce como ciclo hidrológico o del
agua.
En la actualidad el 97% del agua del ciclo hidrológico se
encuentra en mares, océanos y lagos. El 3% restante es agua dulce. Alrededor
del 75% del agua dulce está en los glaciares y el manto de hielo y apenas poco
más 24% es agua subterránea. Por consiguiente los ríos, lagos, suelo y
atmósfera contienen una cantidad muy reducida de agua dulce del mundo, en un
momento determinado.
La mayor parte de la masa del
agua se encuentra en forma líquida, sobre todo en los océanos y mares y en
menor medida en forma de agua subterránea o de agua superficial por ejemplo
ríos y arroyos.
Durante todo el tiempo que la
Tierra ha tenido agua ha sido la misma cantidad exactamente.
El ciclo del agua incluye la
evaporación, condensación y
transpiración donde el agua cambia constantemente de estado variando entre los
tres estados, sólido, líquido y gaseoso.
Los beneficios que tiene el ciclo
del agua es que principalmente mantiene el agua constantemente limpia y
continúa para que podamos usarla y debido a que necesitamos mucha agua (75% de
nuestro cuerpo es agua) es uno si no que el más grande beneficio de que el
ciclo del agua este latente, además todos los seres vivos no solamente nosotros
necesitan de agua para poder vivir.
DESARROLLO:
EVAPORACIÓN:
El ciclo se inicia sobre todo en las grandes superficies líquidas (lagos, mares
y océanos) donde la radiación solar favorece que continuamente se forme vapor
de agua. El vapor de agua, menos denso que el aire, asciende a capas más altas
de la atmósfera, donde se enfría y se condensa formando nubes.
PRECIPITACIÓN:
Cuando
por condensación las partículas de agua que forman las nubes alcanzan un tamaño
superior a 0,1 mm comienza a formarse gotas, gotas que caen por gravedad dando
lugar a las precipitaciones (en forma de lluvia, granizo o nieve)
RETENCIÓN:
Pero
no toda el agua que precipita llega a alcanzar la superficie del terreno. Una
parte del agua de precipitación vuelve a evaporarse en su caída y otra parte es
retenida (agua de intercepción por la vegetación, edificios, carreteras, etc.,
y luego se evapora.
Del agua
que alcanza la superficie del terreno, una parte queda retenida en charcas,
lagos y embalsas (almacenamiento superficial) volviendo una gran parte de nuevo
a la atmosfera en forma de vapor.
ESCORRENTIA SUPERFICIAL: Otra parte
circula sobre la superficie y se concentra en pequeños cursos de agua, que
luego se reúnen en arroyos y más tarde desembocan en los ríos (escorrentía
superficial). Este agua que circula superficialmente ira a parar a lagos o al
mar, donde una parte se evapora y otra se infiltrara en el terreno.
INFILTRACIÓN: Pero también una parte
de la precipitación llega a penetrar la superficie del terreno (infiltración) a
través de los poros y fisuras del suelo o las rocas, rellenando de agua el
medio poroso.
ESCORRENTIA SUBTERRANEA: El agua que desciende, por
gravedad-percolación y alcanza la zona saturada constituye la recarga de agua
subterránea.
El agua
subterránea puede volver a la atmósfera por evapotranspiración cuando el nivel
saturado queda próximo a la superficie del terreno. Otras veces, se produce la
descarga de las aguas subterráneas, la cual pasará a engrosar el caudal de los
ríos, rezumando directamente en el cauce o a través de manantiales, o descarga
directamente en el mar, u otras grandes superficies de agua, cerrándose así el
ciclo hidrológico.
El ciclo
hidrológico es un proceso continuo pero irregular en el espacio y en el tiempo.
Una gota de lluvia puede recorrer todo el ciclo o una parte de él. Cualquier
acción del hombre en una parte del ciclo, alterará el ciclo entero para una
determinada región. El hombre actúa introduciendo cambios importantes en el
ciclo hidrológico de algunas regiones de manera progresiva al desecar zonas
pantanosas, modificar el régimen de los ríos, construir embalses, etc.
El ciclo
hidrológico no sólo transfiere vapor de agua desde la superficie de la Tierra a
la atmósfera sino que colabora a mantener la superficie de la Tierra más fría y
la atmósfera más caliente. Además juega un papel de vital importancia: permite
dulcificar las temperaturas y precipitaciones de diferentes zonas del planeta,
intercambiando calor y humedad entre puntos en ocasiones muy alejados.
Las tasas
de renovación del agua, o tiempo de residencia medio, en cada una de las fases
del ciclo hidrológico no son iguales. Por ejemplo, el agua de los océanos se
renueva lentamente, una vez cada 3.000 años, en cambio el vapor atmosférico lo
hace rápidamente, cada 10 días aproximadamente.
CONCLUSION:
El ciclo del agua, único en su conjunto, está sin embargo lleno
de matices y circunstancias especiales en cada lugar de la región. A veces esos
matices cobran una importancia decisiva para la vida, para la vegetación,
influyen poderosamente en las formas de instalarse el hombre sobre el
territorio, de localizar los usos y las ciudades
En cualquier caso, el ciclo natural del agua no puede ser
entendido sin considerar su intervención por parte del hombre: regulación de
las aguas superficiales (embalses, captaciones, elevaciones) y explotación de
las aguas subterráneas. Así, el balance hidrológico final no es ya sólo un
resultado de procesos naturales, sino que han de considerarse las distintas
formas de apropiación y consumo de los recursos en diferentes fases. Pero no
sólo el consumo directo detrae importantes volúmenes de agua del ciclo natural,
también existen otros mecanismos indirectos a través de los cuales la acción
humana modifica los procesos naturales: la deforestación y la erosión son
aspectos que influyen en una menor capacidad de retención del agua y alteran
los procesos de circulación; la contaminación modifica la composición
físico-química del agua, lo que no sólo afecta a los procesos biológicos sino
que llega a comprometer la propia reutilización del recurso, etc.
En suma, el agua es un recurso
esencial para la vida con un valor estratégico desde el punto de
vista económico. Su ciclo natural aporta a la región potencialidades y
limitaciones de partida, y su disponibilidad es un requisito indispensable para
el desarrollo de las actividades sociales y económicas.
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